martes, 17 de enero de 2012

Camiones blindados para traficar con drogas y armas

Vehículos cubiertos de acero y que pueden soportar impactos de proyectiles del calibre 50 o de metralla son utilizados por los carteles mexicanos para transportar su mercancía

La Policía mexicana que día a día lucha contra los cárteles de la droga no sale de su asombro. Los narcotraficantes derrochan cada vez más y más imaginación a fin de lograr que sus alijos de droga y sus contrabandos de armas lleguen sin dificultades a su destino, al norte de México y Estados Unidos. Primero fueron los aviones ligeros y silenciosos que sustituían a aquellos cuyo excesivo ruido alertaba a las autoridades; luego proliferaron pequeños submarinos para sustituir a los excesivamente visibles barcos. Ahora, el turno le ha llegado a los llamados «monstruos», también conocidos como «camiones rinocerontes» o «narco tanques».
Camiones blindados para traficar con drogas y armas
Se trata de vehículos blindados construidos sobre bases de camiones con tres ejes, con cubiertas de acero con un grosor de una pulgada para así hacer frente a impactos de proyectiles del calibre 50 e incluso granadas. Los vehículos están equipados con material aislante y pueden dar cabida en su interior a una dotación de entre doce o veinte hombres armados. Disponen de torretas giratorias para francotiradores y en su frente llevan dispositivos de acero capaces de arrasar paredes o arrollar otros vehículos. Su aspecto exterior recuerda a los camiones futuristas-postapocalípticos de la película «Mad Max», que en 1979 dirigió George Miller, con Mel gibson de protagonista.

Batalla entre carteles

El primer vehículo de este tipo, que ahora ha alcanzado un mayor grado de sofisticación, se detectó en abril del pasado año en Tamaulipas, donde tuvo lugar una auténtica batalla entre los carteles del Golfo y de Los Zetas. Dos meses después, los «narco tanques» se localizaron en un taller metalúrgico de Camargo. En aquella ocasión, un experto en políticas relacionadas con la droga no vaciló a la hora de comparar estos vehículos con el «Monitor» y el «Merrimack», dos buques de guerra norteamericanos que lucharon en la guerra de Secesión.
Estos expertos señalan que estas maquinarias tienen el inconveniente: son difíciles de maniobrar, y destacan que están diseñadas para asustar a sus rivales.
Ahora, los últimos vehículos blindados artesanalmente han sido decomisados por el ejército en la Octava Zona Militar en Reynosa (México), con capacidad para doce tiradores.

  ABC

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