El fiscal solicita para el capo rumano y su banda penas de prisión de entre 20 y 28 años
El
martes comienza el juicio a Ioan Clamparu, el capo rumano acusado de
traer a España a jóvenes compatriotas con la falsa promesa de un trabajo
que luego obligaba a prostituirse. En la vista, que fue aplazada el
pasado diciembre, se sientan en el banquillo de los acusados junto a
Ioan C. otras nueve personas —Monika V. Tanifidis B., Nicolai., Daniel
S., Stan J., Druga B., Gheorge D., Gheorge C., y Marius A.V.. A todos se
les imputan cuatro delitos de prostitución y un delito de prostitución
de menor, así como de un delito de aborto para tres de ellos. El fiscal
solicita penas de prisión de entre 20 y 28 años y el pago de hasta
30.000 euros a cuatro víctimas, que se presentan en el juicio como
testigos protegidos.
Según
el fiscal, los hechos se remontan al año 2000, cuando los procesados
consiguieron convencer a varias compatriotas de nacionalidad rumana para
que viniesen a España con la creencia de que aquí iban a
proporcionarles un trabajo. Una vez en nuestro país, les obligaban a
ejercer la prostitución —en la Casa de Campo, según fuentes de la
Policía— para saldar la deuda contraida con la organización por los
gastos de su traslado.
La menor forzada a abortar
Todos los
integrantes de la banda obedecían a «cabeza de cerdo», que era quien
dirigía y controlaba a las mujeres gracias a la colaboración del resto
de procesados. Ellos por su parte realizaban los traslados al lugar
donde desempeñaban la prostitución y recaudaban el dinero.
Una
de las víctimas, menor de edad, ya que tenía 17 años entonces, se quedó
embarazada, y Clamparu le obligó a abortar en su quinta semana de
embarazo. Según Efe, Monika V. y Tanafidis B. fueron los encargados de
acompañarla a la clínica «El Bosque» de Madrid y una vez allí, de
vigilarla.
Criminal escurridizo
Ioan C. estuvo
desaparecido hasta el pasado junio, cuando decidió entregarse porque,
según dijo entonces, su imagen fue difundida por la Policía Nacional en
internet (www.youtube.com/policía) y el se sentía
«presionado». Ni siquiera fue posible atraparle en 2004, momento en que
su red sufrió un durísimo golpe, con la detención de 14 de sus miembros.
Pero Clamparu, tan listo como corpulento, supo poner tierra de por
medio en el último momento y consiguió escapar, mantiendose ilocalizable
hasta su entrega voluntaria. Debía firmar cada 15 días y la mayoría de
las veces lo hacía en el juzgado de una ciudad española distinta. Una
vez se presentó en el de la Plaza Castilla, acompañado de su séquito de
coches de alta gama y guardaespaldas. Era tal la corte que le seguía que
fue imposible dar con él. Su nombre estaba incluido en la lista de los
fugitivos más buscados por Interpol, la Policía española y la de su
propio país.
Ioan Clamparu, explotador de mujeres
ABC
Detenido por matar a un hombre a puñaladas en una discusión en Tarrassa
El presunto homicida mantuvo una discusión con el joven
Me resulta tan raro que un delincuente tan conocido y peligroso se antregue pq la policía ponga un simple video en youtube que casi no tuvo visitas... ¿y por qué su abogado habrá dicho que sufre una "persecución política"?
ResponderEliminarNo sé, no sé... habrá que seguir atentos a ver qué más sale.