Pese a la satisfacción mayoritaria en Israel por el canje -cerca del 80% de los ciudadanos respaldan la decisión de su primer ministro- las asociaciones de víctimas del país han criticado el acuerdo. Hay que tener presente que entre los palestinos ahora excarcelados hay cerca de 300 que cumplían cadena perpetua por sangrientos atentados.
Seguir la lógica de Benjamin Netanyahu de que el fin -«devolver a nuestro soldado secuestrado sano y salvo a casa», según sus palabras- justifica los medios, habría servido, por ejemplo, para disculpar la cesión del Gobierno de Aznar al chantaje de ETA cuando la banda puso precio a la vida de Miguel Ángel Blanco.
Es cierto que en el caso de Guilad Shalit estamos bordeando lo más parecido a un intercambio de prisioneros entre dos países en guerra, y seguramente por ello el Tribunal Supremo israelí validó el canje. Pero eso no evita que, en términos morales, estemos ante un claro ejemplo de cesión al terrorismo.
No es casual que en nuestro país, los partidarios de la negociación con ETA y de pagar un precio político por la paz se hayan felicitado de inmediato por el acuerdo. En cambio, a la pregunta colgada en nuestra web sobre la decisión de ese canje, más del 70% de los participantes se mostraba anoche en desacuerdo.
Aunque el Gobierno de Netanyahu pueda mostrar orgulloso a su soldado -«misión cumplida», alardeaba ayer el primer ministro- y el país haya recibido a Shalit como a un héroe, a partir de ahora Israel va a tener más difícil seguir presentando a Hamas como un grupo terrorista -aun cuando así está reconocido por la UE y por EEUU-, pues acaba de darle consideración de interlocutor. Al aceptar sus condiciones ha empezado a legitimarle. Ni que decir tiene, la excarcelación de presos se vivió en Gaza como una fiesta triunfal.
Ese mismo error de situar en un plano de igualdad a los terroristas y al Estado de Derecho es el que ha cometido el Gobierno español al consentir la pantomima de conferencia de paz celebrada en San Sebastián. La lección que hay que tener siempre presente es que en la lucha contra el terrorismo hay unas líneas rojas que no se deben cruzar. Igual que denunciamos a Israel cuando ha practicado el crimen de Estado o criticamos los GAL, ahora censuramos que haya cesiones a los terroristas. Tan atajo pretende ser un senda como la otra.
Hoy desvelamos que, en su inminente comunicado, ETA anunciará la prolongación del actual alto el fuego, pero no su desaparición, pues aspira a «escoltar» a la izquierda abertzale hasta lograr sus propósitos. Pues bien, ante esa burda estrategia cabrá recordar que al terrorismo jamás puede concedérsele un apagón del Estado de Derecho porque precisamente la democracia obtiene su credibilidad del cumplimiento de la ley
LOS NEGOCIOS ELECTORES ENTRE LA BANDA TERRORISTA ETA Y LA BANDA DEL PSOE: Humillante Conferencia de ETA-PSOE
ETA tratará de escoltar a la izquierda abertzale hasta que alcance sus objetivos políticos y, desde luego, durante su intento de acceder al Gobierno vasco. No desaparecerá hasta que tenga claro que se cumplen los acuerdos que pretende alcanzar. O, al menos, eso es lo que creen los expertos policiales, que encuadran en estos límites el comunicado que la organización terrorista tiene previsto hacer público en los próximos días, una vez cumplida la condición de la Conferencia Internacional de Paz celebrada en San Sebastián.
La idea de la publicación de un comunicado, la emisión de una entrevista en la BBC o ambas cosas viene siendo explotada desde hace semanas, en las que se han establecido altas expectativas. Sin embargo, su alcance dependerá de las condiciones que imponga para su cumplimiento e incluso del tiempo que va a tardar en hacerlo.
Las fuerzas de seguridad creen que ETA, en su próximo comunicado, prolongará el alto el fuego indefinido y manifestará su intención de establecerlo de manera definitiva. Pero también pondrá sus condiciones.
En el texto, la banda mostrará su disposición al desmantelamiento de sus estructuras, un paso al que puede intentar dar realismo ofreciendo la ubicación del material terrorista del que dispone. El elemento fundamental de estos anuncios sería el tiempo. No se espera que ETA se ajuste a un plazo concreto para completar sus iniciativas, porque la administración de este elemento es la que le confiere influencia.
La organización terrorista pretendería con ello hacer valer el peso de su presencia, su imagen de marca, en los pasos que se vayan a dar en el futuro. Probablemente por este motivo, la izquierda abertzale no está dispuesta a pedir su disolución, al menos por el momento, y se adhiere sólo a la exigencia del cese definitivo de la actividad armada. Sin ir más lejos, ayer, el dirigente de Batasuna Rufino Etxeberria se negó a hacerlo aunque sólo fuera para demostrar que todos los pasos que está dando el entorno de ETA son, como suelen insistir, unilaterales y sin la pretensión de contrapartidas políticas.
De confirmarse este planteamiento, lo único que estaría siguiendo ETA es su tesis sobre la utilidad de las treguas. Cuando a principios de los 90, tras la caída de Bidart, modificó sus planteamientos para adaptarlos a su nueva realidad, concibió un frente soberanista y una negociación entre partidos similar a la que la Conferencia de Paz pactó el lunes.
Y también precisó que la fuerza tenía que servir para provocar una negociación que requería de una tregua. La tregua no implicaba para ETA el fin de sus «actividades armadas», sino de sus «actos armados», es decir, de los atentados, porque la organización advertía que aun cuando lograse llegar a un acuerdo con el Estado, su presencia se haría necesaria para garantizar que se cumplieran todas las condiciones. Eso le permitiría atentar si se descuidaba alguno de los acuerdos.
La organización terrorista es consciente, sin embargo, de su escasa capacidad para condicionar ninguna negociación con atentados. De hecho, responsables de las fuerzas de seguridad consideran que la banda podría perpetrar algún atentado, pero no está en condiciones de protagonizar una campaña. Sin embargo, quiere seguir tutelando el proceso y contribuyendo así, además, a retrasar o a diluir la escenificación de cualquier imagen de derrota.
Los expertos coinciden en que la organización ha logrado restituir su sistema de enlaces, las citas, la captación de gente, algunas infraestructuras. Ha logrado establecer su sistema de funcionamiento. A la pregunta de por qué lo hace si, según la izquierda abertzale, su intención es dejarlo, algunos expertos responden que una organización terrorista no se puede hacer valer, ni siquiera para administrar su final, si está absolutamente desarbolada. Otros están convencidos de que la banda no descarta actuar si las cosas le resultan demasiado decepcionantes.
La traición del PSOE
El Gobierno, por boca del ministro Jáuregui, acierta cuando afirma que de ETA sólo cabe esperar que renuncie al terrorismo y que hasta entonces no hay nada más que hablar.
Mayor: "El proyecto de ETA y Zapatero es para que el PP no pueda gobernar"
Batasuna pretende que «todos salgan vencedores»
Las víctimas apelan a una rebelión contra «la rendición» de Ayete
«La guerra que no existió», por Teresa Jiménez Becerril
Tras el 20-N seguiremos queriendo saber del 11-M
________________________________456.000 euros en halcones y hurones para el aeropuerto sin aviones de Castellón
Aerocas saca a licitación el control de fauna que pueda presentar peligro para los aviones, pese a que todavía no hay vuelos previstos
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CORRUPTOLANDIA:
Sustituyen al fiscal del 'caso Blanco' por un amigo de Conde Pumpido
El fiscal que intruía la operación Campeón’ fue sustituido por su "poca colaboración"
El titular de Fomento cobró 400.000 euros en comisiones a cambio de relaciones con Sanidad y Economía. El PP exige explicaciones a Conde-Pumpido por maniobrar y colocar en el caso a un fiscal afín.
La mujer del expresidente de la Diputación de Jaén se hace el chalet sin pagar
POR UN PRÉSTAMO IRREGULAR
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