El curso escolar comenzó en México el pasado 25 de agosto. Excepto en la periferia de Acapulco, donde miles de profesores permanecen en huelga hasta que se les asegure su integridad física, amenazada supuestamente por el crimen organizado.
En los últimos meses, los maestros, como cualquier otro gremio, han sido víctimas de robos, secuestros y extorsiones en el estado de Guerrero, uno de los que más han sufrido el incremento de la violencia en el país (18 muertos en las últimas 24 horas). El temor se convirtió en pánico tras la difusión de una carta en la que los delincuentes exigen a una tal «profesora Blanca» que elaborase una lista de docentes (con detalle de domicilios y teléfonos) que ganen más de 16.000 pesos mensuales (870 euros), y subrayara en negro aquellos que cobren entre 20.000 y 50.000 pesos (unos 1.000 y 2.750 euros, respectivamente).
En la nota se les anunciaba que, a partir del 1 de octubre, los educadores «pagarán por derecho de piso el 50% de sus salarios. A quien no le parezca, tiene la oportunidad de irse. De lo contrario, ya saben que no andamos con mamadas».
La huelga y las manifestaciones, lejos de cohibir a los criminales, parece haberlos envalentonado. Así, los delincuentes amenazan ahora con secuestrar a diez maestros al día si no se reanudan las clases, y extienden sus advertencias a alumnos y padres. Como aviso para navegantes, cinco cabezas humanas fueron arrojadas frente a la escuela primaria Benito Juárez. «Sean cooperativos, no expongan su vida y la de sus alumnozzzz», rezan algunas de las «narcomantas» desplegadas en las últimas fechas, presumiblemente atribuibles al cártel de Los Zetas.
Avisos de bomba
Según el fiscal estatal, Alberto López Rosas, estos sucesos se derivan del «reacomodo de las bandas», producto de las detenciones realizadas por las fuerzas del orden. Pero el hampa no parece arrugarse ante la acción policial, y su campaña de terror los ha llevado a realizar avisos de bomba en la sede de los servicios educativos de la región Acapulco-Coyuca de Benítez, donde los profesores celebran sus asambleas.
Mientras, las negociaciones entre sindicatos de enseñanza y autoridades avanzan. El gobernador guerrerense, Ángel Aguirre Rivero, ha prometido la instalación de alarmas y fuerzas de seguridad en las zonas más conflictivas.
Asimismo, la extensión territorial de la «guerra contra el narcotráfico», que desde 2006 se ha cobrado cerca de 45.000 vidas, ha llevado a la aparición de «grupos de autodefensa» que recuerdan a los paramilitares colombianos. Un grupo denominado «Los Mata-Zetas» colgó un vídeo en «YouTube» donde cinco encapuchados se atribuyen el asesinato de 35 personas en Veracruz.
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