"Los agentes siguen en el interior de la casa, donde examinan el artefacto y dan apoyo a la joven. Esta operación necesita mucha habilidad y debe desarrollarse con minucia", señaló la policía en un comunicado. Un alto cargo policial informó al periódico 'Australia's Daily Telegraph' de que se trataba de un extraño "collar bomba".
Según el Sydney Morning Herald, un hombre enmascarado entró en la casa y colocó a la chica -que estaba sola en el momento del ataque- el artefacto sospechoso. La policía no ha querido confirmar que el artefacto estuviese fijado a la joven ni otras informaciones que hablan de que atada a su cuello hay también una petición de rescate.
El subcomisario Mark Murdoch sí confirmó a los medios de comunicación australianos la existencia del artefacto explosivo, aclarando que la chica se encuentra bien. "Hay un artefacto en la casa cerca de la chica. El artefacto está todavía siendo examinado. Hasta nueva orden lo consideraremos activo".
"Es un incidente muy grave, en el que la vida de una chica está en potencial riesgo y lo estamos abordando de ese modo", dijo Murdoch a los medios. "El proceso necesita un alto nivel de destreza y debe ser meticuloso", ha explicado Murdoch, que no quiso precisar si era verdad la información que alega que el artefacto fue atado a la mujer por alguien que ella no conocía, y que se podría tratar de un intento de extorsión. Murdoch negó que la policía haya entrado en contacto con nadie que reivindicase la colocación del artefacto.
En cualquier caso, sí confirmó que que el caso lo está llevando el departamento de robos y crímenes graves, que lleva también casos de extorsión, según dijo.
El subcomisario se limitó a precisar que el incidente "no se está tratando como un caso de autolesión", según informa 'The Telegraph'.
Los padres de la chica se encuentran en el exterior de la casa y no se les ha permitido hablar con su hija, según el 'Sydney Morning Herald'.
La australiana, que forma parte de una de las familias más ricas de Sydney, dice estar "petrificada" por lo ocurrido. El barrio de Mosman, donde reside, está repleto de viviendas de familias adineradas. Como precaución la policía ha cortado el paso de varias carreteras cercanas y tiene equipos médicos y a los bomberos en alerta.
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La policía intenta desactivar un collar bomba atado a una chica de 18 años
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