EL DE AYER fue un día aciago en nuestra democracia. Porque la designación como diputado general de Guipúzcoa de Martin Garitano, dirigente de Bildu, supone la conquista por la izquierda abertzale de su mayor cuota de poder político sin que ETA haya tenido que disolverse. Al contrario, éstos son los primeros pasos de un proceso tutelado por la propia banda terrorista, instalada tácticamente en un «alto el fuego» que pesa sobre la democracia como una espada de Damocles. El buen resultado electoral y algunas miserias en la política vasca han despejado tanto el camino a Bildu que sus miembros ni siquiera guardan las formas. Así, en el debate de su investidura, Garitano hizo un explícito alarde de que no es sino un mero eslabón de la cadena de Batasuna. Y para que quedara bien clarito se colocó en la solapa una chapa con el número de preso de Otegi e invitó a líderes proetarras tan ilustres como Rufi Etxeberria o Joseba Permach. 
La visualización de Bildu como continuadora de ETA-Batasuna no puede ser más transparente y dolorosa. A ningún ciudadano de bien le habrá sorprendido. Pero multiplica la infamia que supuso la sentencia del Tribunal Constitucional que, desdeñando el fallo del Supremo y las pruebas de las Fuerzas de Seguridad, permitió a los proetarras colarse en las instituciones con el falaz argumento de que nada hacía pensar en la «intrumentalización de la coalición Bildu al servicio de ETA». Como dijo El Quijote: «Cosas veredes, Sancho, que harán fablar las piedras».
De momento, quien ha hablado es Garitano. Lo más deleznable de su discurso ayer fue la equiparación de las víctimas con sus verdugos, al afirmar que habrá que hacer «frente al sufrimiento de todos». Asimismo, instó al Gobierno y a ETA a negociar para acabar con «el conflicto vasco» y pidió una solución en la que «cada una de las partes gane». Un objetivo abominable por cuanto supondría -en el mejor de los casos- que la partida acabara en tablas y que los abertzales rentabilizaran políticamente el asesinato de casi 1.000 inocentes. Pero, además, un objetivo intrínsecamente malvado. Porque cuando Garitano habla de ganancia para ambas partes, es obvio que está pensando en la impunidad de los asesinos. Pero, ¿qué beneficio reserva a los demócratas? No se nos ocurre ninguno que no sea el de que la banda permita seguir vivos a quienes se opongan a sus planes. En este sentido, el flamante diputado anunció también que promoverá cambios legales hacia la «independencia de Euskal Herria».
Eso no está en sus manos pero igual de inquietante es lo que pretende hacer en aquellos asuntos en los que las Juntas de Guipúzcoa sí tienen capacidad normativa. Así, Garitano ya ha dejado claro que se opondrá a la llegada del TAV, que torpedeará el proceso de fusión de las cajas vascas que ya está casi cerrado, y que revisará -eufemismo de paralización- todos los grandes proyectos de infraestructuras aprobados. Ante escenario tan peligroso, indigna que PSE y PNV hayan sido incapaces de superar sus rencillas y anteponer el interés general. Porque hubiera bastado su acuerdo -máxime tras el generoso cheque en blanco del PP- para impedir que Bildu se hiciera con San Sebastián y con el bastón de mando de Guipúzcoa, que le permitirá gestionar un presupuesto de más de 800 millones de euros y recaudar todos los impuestos.
Lo ocurrido ayer supone un auténtico baldón para todos los españoles y la triste constatación de que el avance de los sucesores de Batasuna se parece demasiado a la famosa hoja de ruta de Antza. Recordemos que el cabecilla etarra ya escribió en los papeles incautados en 2004 la necesidad de entablar negociaciones con el PSE y con el Gobierno, a las que seguiría el anuncio de tregua de ETA en dos actos -como ha ocurrido-. También fijó 2012 como fecha en que Batasuna se convertiría en la primera o segunda fuerza política vasca, posición desde la que forzaría su ansiado referéndum de independencia. Todos debemos ahora exigir firmeza absoluta al Estado de Derecho para derrotar también las ensoñaciones proetarras. La incógnita es cómo reaccionará Bildu cuando sus pretensiones empiecen a chocar con la legalidad y con la realidad.
Bildu tendrá acceso a casi 840 millones
Son órganos de gobierno provincial con capacidad y autonomía administrativa, reconocida por el Estatuto de Guernica y la Constitución Española. Son las únicas diputaciones de España elegidas en las urnas.
¿Cuáles son sus competencias?
Las tres haciendas forales son las encargadas de recaudar todos los impuestos en Euskadi. El año pasado ingresaron 11.700 millones de euros, de los que 3.681 millones correspondieron a Guipúzcoa. De este importe deben destinar un 70% al Gobierno vasco y el 30% restante se reparte para el mantenimiento de la acción del propio ente foral y los ayuntamientos. Además, cuentan con competencias en materias como bienestar social, obras públicas y transportes, medio ambiente, promoción económica, agricultura, cultura y promoción e innovación económica.
¿Qué partido gobierna las diputaciones?
Guipúzcoa ha sido el primer territorio en renovar la Cámara, que presidirá Bildu. Martin Garitano es su diputado general. En el caso de Vizcaya, salvo sorpresas, el PNV revalidará su liderazgo de la mano de José Luis Bilbao. En Álava, en cambio, los nacionalistas aún deben recabar el apoyo de EB para asegurarse reeditar el gobierno foral.
¿Cuál es el presupuesto de las diputaciones en 2011?
El presupuesto de la Diputación vizcaína es el más elevado, 1.893 millones de euros. En el caso de Guipúzcoa alcanza los 839,9 millones y en Álava, los 611 millones.
¿Cuál es la deuda de las diputaciones vascas?
En la actualidad suma un total de 1.573 millones: 949 en Vizcaya, 285 en Guipúzcoa y 339 en Álava
El periodista Martin Garitano, independiente en la lista de Bildu, se convirtió en el máximo regidor de la Diputación de Guipúzcoa, una institución con amplias competencias y 839,9 millones de presupuesto, que prometió poner al servicio de «la paz» y el derecho a la autodeterminación. El discurso independentista copó, como en años pasados, las intervenciones y crispó los ánimos.
Nadie se saltó el guión de un Pleno cuyo resultado estaba escrito. El anunciado rechazo del PNV a un acuerdo con PSE o PP para desbancar a la coalición radical otorgó a Bildu la mayoría en la segunda vuelta.
Martin Garitano recibió la makila -que no le entregó su predecesor, Markel Olano (PNV), sino su compañera de Bildu y presidenta de las Juntas, Lohitzune Txarola- con los votos de sus 22 representantes y el de la única juntera de Aralar, Rebeka Ubera. La formación de Patxi Zabaleta, escisión pacifista de la izquierda abertzale nacida hace 10 años, ha aceptado participar en el Gobierno de Bildu si la propuesta que ayer le lanzó Garitano es «seria».
El ya diputado general de Guipúzcoa, que lucía un pin con el número de preso de Arnaldo Otegi, pronunció un discurso profundamente político en el que los proyectos y la gestión apenas tuvieron lugar, como le reprochó la oposición al unísono. Si bien subrayó que Bildu, con su rechazo a las grandes infraestructuras, «no paralizará Guipúzcoa», su leitmotiv, repetido en decenas de ocasiones, fue que el País Vasco en su conjunto inicia «una nueva era histórica» que, a su juicio, servirá para que el conflicto vasco se resuelva.
Arropado por los miembros de Batasuna Rufi Etxeberria y Joseba Permach, y por los líderes de sus socios legales, Pello Urizar (EA) y Oskar Matute (Alternatiba), Garitano defendió las ideas de la izquierda abertzale ilegalizada, a cuyos representantes dedicó su intervención final «porque su ansia de democracia debería ser modélica y ejemplar para todos», dijo en euskara.
Su equipo, anunció, trabajará por una «solución» en la que «todos salgan ganando», ya que la estrategia de «derrotar al rival que estaba al lado» ha fracasado. Una «solución» en la que se reconozca y repare el dolor «de todas las víctimas», porque el conflicto «tiene muchas caras» y ha generado «muchas víctimas». Ese capítulo final no es otro que el ya conocido, al que apeló directamente: la negociación entre Gobierno y ETA.
También expresó su deseo de que todos los guipuzcoanos puedan expresar su opinión «libremente», y por eso trabajará para que desaparezcan «todas las violencias, amenazas, presiones, persecuciones, detenciones y torturas».
ETA no apareció en ningún momento en esa lista de empeños. La banda terrorista fue la gran ausente en sus tres intervenciones. Por mucho que, a lo largo de la jornada, los candidatos y portavoces del PSE, del PP y del PNV, reclamaron una y otra vez a Garitano que pidiera la desaparición de la banda, no hubo respuesta. La pacificación que propugnó también es conocida: realizar «las modificaciones jurídicas y políticas necesarias» para que el pueblo vasco pueda «optar por la independencia con el apoyo mayoritario de la ciudadanía».
El camino que se abre ahora para Bildu en Guipúzcoa no será fácil, ya que dependerá de los apoyos de PNV o PSE para aprobar sus proyectos. A ambos tendió la mano ayer. A los nacionalistas les ofreció «una relación prioritaria», sobre todo en lo relacionado con el derecho de autodeterminación.
Con los socialistas, dirigidos por Rafaela Romero, Garitano auguró acercamientos en economía social, igualdad o fiscalidad. «Estoy seguro de que nos veremos con frecuencia en esta nueva fase», aseguró.
Excluyó de su lista al PP, al que acusó de ser el más crítico con la coalición (y el único que no aplaudió en el momento de la investidura). Al candidato popular, Juan Carlos Cano, no le ofreció acuerdos pero sí un consejo: que se comporte con «valentía» y asuma la responsabilidad de «enrolarse en la paz».
"El terror que se sembraba con las armas se ha convertido en oficial"
Bildu retira un cuadro del Rey del Ayuntamiento de San SebastiánMartín Garitano: 'Veremos en los partidos posturas que ahora parecen impensables'
El nuevo diputado general ha visitado el Palacio foral y su antecesor en el cargo Markel Olano le ha enseñado las dependencias.
Bildu se hace con el poder en Guipúzcoa. Martín Garitano, que ha contado con el respaldo de destacados batasunos, no ha pedido el fin de ETA.
El Gobierno aprueba hoy la estrategia que augura el fin cercano de ETA
Garitano y su pin con el número de presidiario de Otegi
Zapatero advierte ahora a Bildu de que tendrá que cumplir "toda la ley"
Después de permitir y respetar que Bildu entrara en las instituciones, recuerda ahora que "no tiene mayoría" ni en el Ayuntamiento de San Sebastián ni en la Diputación de Guipúzcoa.
OBVIANDO, QUE NO PERDONANDO, DE QUE EL ZZZZZZZZZZZZZ+P PRESIONÓ AL CONSTITUCIONAL PARA SU LEGALIZACIÓN EN CONTRA DE LA DOCTRINA DEL TRIBUNAL SUPREMO, Y POR LO TANTO ÉL ES EL ÚNICO RESPONSABLE.
YA, HAN DADO MUESTRAS, MÁS QUE DE SOBRA, DE QUE SON EL BRAZO POLÍTICO DE LOS SANGUINARIOS Y NO DEBEN ESTAR EN LAS INSTITUCIONES NI UN SEGUNDO MÁS. QUE LE APLIQUEN LA LEY DE PARTIDO Y LOS ILEGALICEN INMEDIATAMENTE.
“Democracia cristiana, bonito mote, nuevo grupo que intenta chupar del bote”. Con este pareado saludaron los madrileños a un partido político que se creó durante la República. Zapatero, sus púberes canéforas, Trinidad, Leire, Elena, Bibiana, millares de cargos, asesores y enchufados del más vario género quieren seguir chupando del bote, colgados todos de la lista del Estado, hasta la primavera próxima.
La salud de España exige que Zapatero se vaya cuanto antes porque nadie tiene confianza en él y sus reformas, aunque estén bien orientadas, carecen de eficacia. A las alturas del año en que nos encontramos la fecha más adecuada para que se celebren elecciones generales sería la tercera semana de octubre. Habría que anunciarlo en agosto. Lo que ocurrió ayer en el Congreso demuestra hasta qué punto estamos ante un Gobierno agonizante, obligado a concederlo todo. Zapatero I el de las mercedes es un cadáver político de cuerpo presente. Eso lo escribí hace ya un año. Y España entera continúa en el velatorio, zarandeada por una crisis que se hace alarmante en las cifras de desempleo pero cuyo fondo profundo es político: el tirón secesionista en el País Vasco y Cataluña, disparado por los despropósitos y los desatinos zapatéticos.
A veces pienso que Felipe González, máxima autoridad moral del PSOE, debería plantarse y exigir a Zapatero que ponga fin a la agonía política que tanto está haciendo sufrir a España. El presidente desarbolado abdicó su candidatura a la presidencia por exigencia de su propio partido pero se mantiene en sus trece de alcanzar la primavera próxima refugiado en la madriguera monclovita que le cobija. La salud pública exige que abandone de una vez su escondite y que hable el pueblo.
de la Real Academia Española
No hay comentarios:
Publicar un comentario