jueves, 3 de marzo de 2011

El fiasco de la reforma laboral/ Energía: el Gobierno sigue improvisando

Zapatero embustero

EL NÚMERO de parados registrados en las oficinas de empleo volvió a crecer en febrero y establece un nuevo récord histórico de 4.299.263 personas en busca de trabajo. (Sin maquillaje superará los 5 MILLONES DE PARADOS)

El dato es muy negativo por ser febrero tradicionalmente un buen mes para el empleo. Pero con ser grave, más preocupante resulta aún el hecho de que la Seguridad Social haya perdido desde agosto medio millón de afiliados. Eso significa que la reforma laboral, que se aprobó en julio, no ha servido para nada, y que hay destrucción neta de puestos de trabajo. Y esa caída de cotizantes a la caja de la Seguridad Social coloca ya sus cuentas en números rojos en un momento crítico de la economía. El panorama que se le presenta al país es tan negro que los intentos del Gobierno por hablar de recuperación resultan ridículos.

Energía: el Gobierno sigue improvisando

Zapatero embustero

EL PRINCIPAL problema económico de España a medio y largo plazo no es el sistema financiero, ni las rigideces del mercado laboral ni el desequilibrio de nuestras cuentas públicas. El gran problema que pone en peligro un crecimiento estable es el de la energía.

A un precio medio de 115 dólares por barril, el precio en el que está ahora el crudo, España tendrá que gastar más de 50.000 millones de dólares este año en su factura petrolífera, alrededor del 5% del PIB. Si a ello se suma la subida de las tarifas eléctricas registrada en los últimos tres años, más de un 40%, el impacto energético sobre nuestra economía es brutal.

Según diversos estudios, si el precio del petróleo se estabilizara en torno a los 150 dólares, como predicen algunos expertos, Europa y EEUU volverían a una situación de recesión, con una pérdida de millones de puestos de trabajo y una inflación por encima del 5%.

El Gobierno ha reaccionado a la última subida provocada por la crisis libia con la rebaja del límite de velocidad en autovías y autopistas a 110 kilómetros por hora y ha propuesto a las comunidades autónomas una bajada del 5% de los precios de los transportes públicos, una medida que Madrid y Cataluña rechazan porque no pueden costearla y menos cuando su objetivo tasado es contribuir a la reducción del déficit público.

Pero Industria está estudiando además un nuevo paquete de medidas de ahorro energético que podría ser aprobado por el Consejo de Ministros mañana mismo. La mayor parte de ellas serían recomendaciones a las comunidades y los ayuntamientos. Entre ellas, figuran la racionalización de los horarios de los funcionarios para consumir menos energía, el cambio de la iluminación en las ciudades y las carreteras por lámparas de bajo voltaje, la mejora en el aislamiento térmico de las viviendas y, por último, la reducción a la mitad del parque móvil de las tres administraciones.

La medida con más impacto energético de todas ellas sería el cambio del sistema de iluminación, pero se trata de una decisión sólo materializable en un plazo no inferior a cinco años y con una inversión relativamente alta. En cuanto a la reducción del número de coches oficiales, debería llevarse a cabo de forma inmediata pero no ya sólo para limitar el consumo de combustible sino, sobre todo, para ahorrar dinero, burocracia y boato oficial.

Buena parte de estas iniciativas tienen toda la pinta de ser ocurrencias o improvisaciones del Gobierno ante el gravísimo problema de nuestra creciente dependencia energética, que nos obliga a importar el 80% de nuestro consumo integral. Ello se agrava por el bajo aprovechamiento de la capacidad instalada del sector eléctrico, que produce energía de sobra mientras nos vemos obligados a importar petróleo y gas para nuestros coches y nuestras fábricas.

Llegados a esta situación, lo primero que tendría que hacer un Gobierno responsable es un plan energético a 10 o 15 años -a poder ser con el consenso de la oposición- para reducir nuestra dependencia del petróleo, desarrollar la energía nuclear y optimizar el uso del sistema eléctrico. Las medidas de ahorro son parches que pueden ayudar a mentalizar a la población pero que no van a resolver un problema que sólo tiene solución a largo plazo. En vez de molestar a los ciudadanos con iniciativas que van a producir un ahorro de energía muy limitado, sería más efectivo un nuevo recorte del gasto de las Administraciones Públicas para compensar la pérdida de competitividad que va a suponer el alza de los precios de los combustibles y que asestará un duro golpe a nuestra economía.

epsimo y EL MUNDO_____________________

Orgía de improvisación

La economía sumergida supone el 17% del PIB
Las cajas cifran en cuatro millones los empleos no declarados en España
El PSOE tumbó tres 'leyes' de ahorro energético en los últimos cinco años
Y, AHORA:
El Gobierno planea "racionar" los combustibles
...Y, PARA EL Z+P LA VIDA SIGUE IGUAL:
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El juez cita a los 8 policías que grababan el bar Faisán cuando se produjo el corte
La cinta presenta dos cortes, de tres minutos y 16 segundos, el día del chivatazo a ETA. Según la Guardia Civil, no fueron "accidentales".
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