viernes, 25 de febrero de 2011

Los sindicatos estamos para defender a los trabajadores y no a los partidos políticos con los que algunos nacieron de la mano

Durante los últimos cuatro años hemos asistido al mayor de los esperpentos protagonizados por los sindicatos mayoritarios españoles. Mientras en los países de nuestro entorno las movilizaciones sociales han sido considerables -sirva de ejemplo Francia, donde se han producido innumerables huelgas generales en el mismo periodo de tiempo y sin tantos motivos como nosotros-, aquí asistimos al mayor retroceso en derechos sociales de la historia moderna, y tan tranquilos, bailándole el agua al Gobierno.

Tenemos un país que alcanza los cuatro millones setecientos mil parados, machacado a EREs, donde se ha recortado una media del 7% a los salarios de los empleados públicos, donde se ha ampliado la edad de jubilación y vamos a sufrir una perdida adquisitiva en nuestras pensiones que rondará el 15% (por pasar de 15 a 25 años el cómputo para la pensión), y seguimos sin inmutarnos. Pero, ¿qué se puede esperar de unos sindicatos que recibieron el pasado año más de 161 millones de euros del Gobierno que dice luchar contra el déficit? Resulta curioso comprobar que se los repartan a partes iguales: 80 millones para UGT y 81 millones para CCOO (ver BOE de 10 de diciembre del 2010). Estas cantiades referidas a el 2010, dónde los suavitos de USO tambien pillaron un buen fajo de euros.

En el 2011:

El BOE del día 16 nos informa de la concesión de subvenciones a las organizaciones sindicales “por la realización de actividades de carácter sindical” (PARA GASTOS ELECTORALES):

Comisiones Obreras, CC.OO.: 6.375.759 euros.
U. G. T.: 6.114.669 euros.
Unión Sindical Obrera, USO: 524.862 euros.

No contentos con estas ayudas, se les da más dinero “por su participación en los órganos consultivos del Ministerio de Trabajo e Inmigración, de sus organismos autónomos y de las entidades gestoras de la Seguridad Social”, es decir, por la simple asistencia a las sesiones de estos organismos. Las cantidades que se les abona son las siguientes:

U. G. T.: 1.186.714 euros.
CC.OO.: 1.044.220 euros.

Desde CSIF hemos convocado paros, concentraciones y huelgas generales. Hemos intentado que todas estas tropelías no se llevarán a cabo, pero en muchas ocasiones los que tenían que ser nuestros compañeros de viaje se han dedicado más a torpedear que a ayudar. Por cierto, ¿dónde estaba ACAÍ-USO?, el sindicato de muy dudosa legalidad , ligado al partido payudar (P.P.) y ¿dónde estaba FEDECA? el sindicato de los grupos A1 de la Administración; es decir de directores y subdirectores provinciales y más altos cargos cuyas productividade rebasan tu sueldo y el mio juntos, además de ocupar los puestos de libre designación, que de obtener representatividas en la Junta de Personal, sería cómo tener un topo de la Administración en la misma.

Instrumentalizaron la jornada de huelga general de los empleados públicos, para lanzar añagazas al Gobierno ante una posible huelga general, sin preocuparles lo más mínimo las reclamaciones de los trabajadores de la Administración. Frente a esta actitud se encontraba CSIF, segura de la legitimidad de sus demandas.

Es cierto que los sindicatos mayoritarios han protestado contra los bancos, pero durante estos días, paradójicamente, el presidente del Banco Santander les «palmea la espalda» y brinda con ellos por hacernos trabajar hasta los 67 años. Por esta misma razón, un día protestaban ante la seguridad social y, al siguiente, firmaban sin rechistar y además consentían incrementar el cómputo para el cálculo de la jubilación. Todo ello sucede con la displicencia de los insignes secretarios generales de estos sindicatos que, no han tenido el coraje de dimitir, ni los de aquí ni los de allá.

Su impasibilidad durante dos años cruzados de brazos originó el fracaso total de su huelga general y que los trabajadores les dieran la espalda.

Se debería considerar que todas estas tropelías las llevan a cabo gracias a los votos que los trabajadores depositamos en las urnas cuando se celebran elecciones sindicales en nuestros centros de trabajo.

Por eso, desde CSIF creemos que es hora de pararles los pies, de que no se crean los amos de la barraca, de que los sindicatos estamos para defender a los trabajadores y no a los partidos políticos con los que algunos nacieron de la mano. Es la hora de sindicatos como CSIF, jóvenes, modernos, que miran con esperanza al futuro, pero muy preocupados con las dificultades del presente; creemos que es hora de seguir defendiendo lo público y de seguir avanzando.

CSIF es un sindicato en el que lo que cuenta es la palabra del trabajador -frente a las pretensiones de las organizaciones-, el trabajo diario a lo largo de cuatro años y no de los últimos quince días, de la atención individualizada y, sobre todo, CSIF es un sindicato en el que cuentan las personas como tú, por eso CSIF es tu sindicato.






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