Dice la sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, que este acusado se presentó el 8 de mayo de 2007 en el cuartel de la Policía Local de Archena con la pretensión de que el cabo de este cuerpo se retractara de las declaraciones que había prestado en un Juzgado de Molina de Segura en las diligencias seguidas contra aquél por los delitos de atentado a agentes de la autoridad y amenazas.
Al no encontrarlo le dijo al sargento que conocía el domicilio del agente al que había ido a busca y que si entraba en la cárcel por su declaración "se va a enterar".
Esto motivó la apertura de un nuevo proceso judicial contra el denunciado por un presunto delito de obstrucción a la Justicia, que acabó con una condena de un año de prisión y multa de seis meses, con una cuota diaria de tres euros, impuesta por un Juzgado de lo Penal de Murcia.
Ahora, la sección Tercera de la Audiencia ha rebajado estas penas a la mitad al aplicarle la atenuante de dilaciones indebidas "en una causa sumamente sencilla" que no justifica, asegura, la lentitud con la que fue tramitada.
"Hablamos -dicen los magistrados- de una paralización sustancial del procedimiento de unos dos años y medio no imputable a la acción del acusado, y de un total de tres años y cinco meses entre el dictado del auto de incoación de las diligencias y el dictado de esta sentencia de apelación".
Afirma la sentencia que "de dichos retrasos no es responsable el acusado; el tiempo que llevó tomarle declaración judicial como imputado, un año y tres meses, se debió a que no pudo ser localizado por encontrarse en un centro penitenciario de Murcia, dilación que se hubiera evitado de disponer el Juzgado de un sistema informático conectado con Instituciones Penitenciarias".
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