Lo que el Parlamento español aprobó es una moción consensuada por todos los partidos, con la excepción de ERC, muy similar a la de la Eurocámara. El texto del acuerdo se limita a «condenar los incidentes violentos» ocurridos durante el desmantelamiento del campamento de El Aaiún sin hacer expresa mención a Marruecos. La moción es, sin embargo, más explícita cuando pide «la descolonización» del territorio en cumplimiento de las resoluciones de la ONU y señala que ello pasa por respetar «la libre determinación del pueblo saharaui». Además, el texto insta al Gobierno a transmitir a Marruecos su inquietud «por las violaciones de derechos humanos en el Sáhara» y pide «una investigación independiente a nivel internacional para esclarecer los hechos, las muertes y las desapariciones».
Lo cierto es que la única «hostilidad» que se apreció en la Cámara fue la de Willy Toledo y un grupo de activistas prosaharauis, que fueron conducidos a comisaría por orden de José Bono. El presidente de la Cámara hizo bien al no tolerar algaradas e insultos en una institución que representa la soberanía nacional.
Sin embargo, según la peculiar interpretación del régimen alauí, la moción forma parte de una estrategia para «desviar la atención de la opinión pública española sobre la profunda crisis económica». No solamente eso, Rabat afirma además que el Congreso ha preferido «condenar a Marruecos en lugar de felicitar a las autoridades por la cordura y la responsabilidad demostradas en El Aaiún». Si Mohamed VI esperaba «una felicitación» por la represión y las torturas, no resulta extraño que le parezca ofensiva la comunicación del Congreso e incluso le resulte molesta por insuficiente la actitud del Gobierno español de eludir cualquier expresión que pudiera contrariar su posición.
Lo que al parecer quiere Marruecos que haga España es que aplauda una flagrante violación de los derechos humanos y que secunde la ocupación por la fuerza de unos territorios que deberían haber sido descolonizados. Pero ello resulta imposible hasta para el Gobierno de Zapatero, cuya política en estos años ha sido efectuar permanentes concesiones para no molestar al vecino.
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epsimo y EL MUNDO____________________
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