SERVICIOS EN FAVOR DE LA COMUNIDAD Miles de gallegos, pendientes de hacer trabajos sociales

El Estado carece de plazas para atender todas las penas que se imponen

Las condenas que obligan a prestar servicios en favor de la comunidad son cada vez más populares, sobre todo en las sentencias por delitos contra la seguridad vial. El problema es que las plazas que hay para cumplirlas no son suficientes. La lista de espera de personas que están pendientes de culminar estos trabajos sociales en Galicia, tal y como muestran los datos facilitados por la dirección de Instituciones Penitenciarias, superaba hace solo unos días las 4.000 personas.
«El otro día tuve que ir al centro de inserción social que hay en A Coruña, cerca de la torre. Estuve allí una hora aguardando en una sala. Fumando. No hice nada». Este vecino de la comarca coruñesa, que prefiere mantener oculta su identidad, explica cómo la labor que tiene que desempeñar se reduce a acudir al centro un día a la semana durante unas horas. No tiene plaza para cumplir la pena que le impuso el juez hace meses por conducir con un grado de alcohol en sangre superior a la tasa permitida y está esperando. No es el único que todavía aguarda que le digan adónde tiene que ir para saldar sus deudas con la Justicia.
«Un consejo que nos dieron el primer día que fuimos por allí es que buscáramos alguna oenegé para poder hacerlo», comenta otro de los que aguardan en A Coruña, por la misma razón, para realizar el trabajo comunitario. Las asociaciones o colectivos de ayuda son una de las salidas que ha buscado la Administración para poder acelerar una medida cuya aplicación, en demasiadas ocasiones, acaba retrasándose durante meses.

Una plaza para varios

Ahí la escasez de plazas tiene parte de culpa. Y es que en Galicia hay únicamente 1.409 puestos habilitados para cumplir penas de este tipo, mientras que el número de expedientes recibidos en Instituciones Penitenciarias hasta el final del pasado año superaba con mucho los 15.000, la mayor parte formalizados en A Coruña. Con todo, una plaza es utilizada por más de un ciudadano.
Eso es algo que corroboran los datos. Según las cifras facilitadas por este organismo, hace solo unos días había 4.211 condenas pendientes de culminación.
Pero la carencia de plazas es algo que ya ha advertido la Fiscalía Superior de Galicia. «La generalización del recurso a esta pena no ha venido acompañada de la necesaria puesta en marcha de puestos de trabajo para su realización y, por otra parte, en la práctica esta pena ha presentado disfunciones que pueden y deben corregirse», explicaron en su día desde el citado organismo.

Desde el 2003

El ministerio público también pedía a las Administraciones autonómica y local que facilitasen tareas que colaboren con las actividades que hay en la comunidad para que las sentencias puedan cumplirse. Este tipo de condenas comenzaron a popularizarse hace unos años, entre el 2003 y el 2004, tras la aprobación de una serie de leyes que fomentaban la aplicación de medidas de tipo corrector que impulsaran la integración. Una de las nuevas alternativas que está poniéndose en marcha ahora es la de realizar unos talleres de seguridad vial. Son medidas que hacen que prime la educación para que la conducta que llevó a la realización del trabajo no vuelva a repetirse nunca.

La Voz de Galicia__________________

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